2015-09-07 20.16.28El lunes, en una escapada e improvisada salida siguiendo la sugerencia de mi amiga y clienta Pilar nos fuimos al cine Verdi a ver «Ático sin ascensor» de Morgan Freeman (Alex), Diane Keaton (Ruth), Cynthia Nixon (la mujer pelirroja de Sexo en Nueva York). Cuenta las vicisitudes que viven durante un fin de semana Alex y Ruth intentando vender su ático sin ascensor para trasladarse a otra vivienda con ascensor.

No queda títere con cabeza 🙂 ¿Será producto de la edad, siempre somos así, el mundo está contra los veteranos…?

El veterinario, no muestra la mínima empatía con ellos cuando enferma su anciana perrita. Los jovencitos adolescentes, maleducados. La paranoia de ataques terroristas con el sensacionalismo de los medios de comunicación. El taxista a lo suyo. La sobrina inmobiliaria que pretende ayudarles en la venta de su ático y pone todos sus recursos a su disposición, contactos, experiencia, tiempo… ¡A la aventura!

¿y por qué digo a la aventura? porque nuestra pareja de veteranos no están seguros de vender ni siquiera del precio de venta y ella (la sobrina inmobiliaria) se pone en marcha (¡arriesgado y poco profesional!). La sobrina para mi gusto demasiado presionadora.

Posteriormente encuentran una vivienda que parece interesarles, hacen oferta, se la aceptan y se retractan, dejando colgados a los vendedores que habían apartado al resto de compradores.

En esta peli vemos muchas de las acciones erróneas que se producen en el mercado inmobiliario, trabajar sin compromiso, pasar ofertas verbales sin señal económica, no identificar previamente a las visitas, dejar entrar en la vivienda a cotillas no compradores, los comentarios desaprensivos que lanzan los visitadores a los propietarios vendedores…
Pues sí, eso hay quien lo hace 🙁

https://www.youtube.com/watch?t=11&v=9pckRNrERwY

Lo mejor de la película el juego de miradas de Freeman y Keaton.

¿Será producto de la edad, siempre somos así viendo que los otros todo lo hace mal o el mundo está contra los veteranos? ¿Las buenas experiencias también se cuentan?