– Tin quiere q la llames.
– No recuerdo quien es Tin. – Le dije.
– No la conoces, te ha visto en el cine y le gustaría hablar contigo.
– Gracias. La llamo.
Hablé con Tin y quedamos para el viernes 11 de septiembre. Fiesta en Cataluña, ambas trabajábamos así que quedamos a mediodía en su casa de Sant Feliu de Guixols. Entré en su casa, moderna, luminosa, relajante…podría decir tantas cosas de su casa….del susurro del mar, de la vista del viejo molino de viento extractor de agua del pozo, del valor del silencio, del caminito de 19 peldaños que te lleva desde su casa a la playa de Sant Pol, de la gozada que es estar en segunda línea de mar y delante ver casas modernistas, grandes jardines y ese trocito de mar que encuentras bajados los 19 escalones.
Mientras Tin explicaba me apoyé en el muro de la terraza superior y me quedé embelesada imaginando quien vivió en la casa que tenía en frente, «la casa de las nou punxes» y pensé ¡Que suerte! cada vez que se asoma ve un edificio bellísimo, emblema de la ciudad.
Salí de su casa descendiendo por aquellos escalones que llevan a la playa y pensaba «soy demasiado directa». Habitualmente los clientes me llegan recomendados por otros clientes, clientes/amigos con los que ya he trabajado y por lo tanto tienen referencias mías. Tin no tenía esas referencias y hablé con ella como si tuviera que saber…
…que me encantan las palabras y más los hechos, por eso lo pongo por escrito,
…que estoy tan segura de mis compromisos que también los pongo por escrito,
…que el precio de venta no es lo que hay en internet (lo que está en internet es lo que no se ha vendido a ese precio y por eso sigue ahí),
…que es fantástico estar enamorado de tu casa y cuando la pones en venta hay que conseguir que sea otro (el comprador) el que se enamore, para ello despersonalizamos la vivienda ….
Su casa estaba en venta, «se la llevaban varias agencias que hicieron fotos con el móvil»:( (¿y la documentación?)
Desde la casa a la playa hay un par de minutos y mientras descendía los 19 escalones pasé por el lateral de 2 bellezas «la casa de las 9 Punxes”(9 torres acabadas en punta con un divino tejado de cerámica) y la casa de Domènech-Girbau (tuve el placer de visitar su interior), ambas son un ejemplo de evolución de estilo arquitectónico modernista a novecentista. El paseo hasta la playa me permitió dejar volar la imaginación…. 🙂
Seguí avanzando hacia la playa de Sant Pol (Sant Feliu de Guíxols),una playa larga, de ambiente familiar, como es Sant Feliu de Guixols, con un atractivo patrimonio arquitectónico y un agradable paseo marítimo con un sendero de tablones de madera. Embriagada por la paz del lugar, me senté en una terraza de restaurante cercano a la playa y decidí ayudar a Tin. Ya os contaré el resto. Ahora sigamos imaginando…
¡Barco a la vista! ¡Concurso a la vista!
Imagina y cuéntame una historia situada en ese entorno:
- La casa de Tin en segunda línea a 19 escalones del mar
- La playa de Sant Pol, Sant Feliu de Guixols
- La Casa Terrades o Casa de les Punxes (
1903) - El paseo de madera sobre las dunas
La historia más votada tendrá como premio un pack exclusivo de MAYOBALL (paraguas, bolsa de compra, abanico, bolígrafo), un reportaje de fotos de Marcelo Nogare y una sorpresa más.
Escribe la historia que imaginas en los comentarios del blog. Yo pondré tu historia en la Página de fans (fan page) de Begoña de MAYOBALL, la que tenga más Me Gusta será la ganadora 🙂 . Si te haces Fan estarás informado https://www.facebook.com/InmobiliariaMayoball
Tienes de tiempo hasta el 19-11-15 a las 23:59 horas para participar. Cuéntame la historia que imaginas!!
[…] Sensaciones a 19 escalones de la playa de Sant Pol – Sant Feliu de Guixols […]
Después de esta historia miraràs el pozo de la casa de las Punxes con otros ojos. Ahora vuelve a la vida, es el pozo de las llaves. Esconde todas aquellas llaves que perdiste, olvidaste donde las pusiste o te las quitaron. Ahí están las llaves. Un túnel en el aire se crea cuando las finas aspas del molino se ponen en marcha y a las 12 en punto de cada noche como si tuvieran vida, las llaves corren por el túnel y caen de dientes en el pozo. El sabor ferroso de sus aguas, ya sabes por qué. Y si te fijas bien a su izquierda mirando el mar hay un tronco talado con una forma muy especial, el asiento del guardán de las llaves