Tres meses después de «Aplausos cada día» , cuando ya estamos fuera de todas las fases -que extraño suena estar fuera de las fases sabiendo que estamos en fase de Liarla-, ayer, Manel y yo tuvimos que ir a un centro sanitario de urgencias. Él se lastimó la pierna en un movimiento brusco. Casualmente, o afortunadamente, la persona más cercana a nosotros era una doctora psiquiatra. Le exploró intentando recordar sus 6 años antes de especializarse en psiquiatría y nos comentó que le parecía un problema muscular, que tuviera la pierna en horizontal, descanso, reposo, frío y que fuésemos a un centro sanitario. Bueno, exactamente que fuésemos, no, que nos llevaba.
…y así fue, ella y su marido nos ayudaron, atendieron y trasladaron. No los conocíamos. Era la primera vez que nos encontrábamos…y nos ayudaron. Así son nuestros sanitarios.
Mi marido entró en el CAP, y a mí me dijeron que tenía que quedarme en la calle. No acompañarle, ni ayudarle a caminar. Ni me podía quedar esperando en la salita de espera.
¿sabéis que pensé? Además del enorme agradecimiento a la doctora Gemma y su marido que nos ayudaron, atendieron y trasladaron, pensé en los 3 meses de confinamiento, en la soledad de los enfermos, en la soledad de solos en casa, en la soledad de las camas de hospital… Yo ayer me quedaba fuera, pero muchos familiares y parientes durante el estado de alarma confinados, no pudieron ni estar al otro lado de la pared.
Estamos preparados para relacionarnos. Somos seres sociales, y este maldito virus nos ha aislado, alejado, nos ha quitado la compañía y el cariño de nuestros seres queridos…
Tres meses después hemos salido de la fase 3, salimos con el coronavirus fuera. Salimos sin vacuna.
Si estando en Fase 1 parecía que nos comportábamos, quizás, sugerencia, hubiésemos tenido que pasar de la fase 3, a la fase 4 (cuestión mental), porque la soledad ha sido dura pero estamos olvidando lo que ocurrió.
No quiero enjuiciar, no me siento en poder de la verdad, solo sé lo que he vivido a mi alrededor e incluso en la distancia y me gustaría poder abrazar a mis padres y hermanos y nunca nunca más volver a añorar sus abrazos.
«Que yo sepa no tengo el coronavirus, pero, por si acaso, uso mascarilla, mantengo la distancia, utilizo el gel alcohólico antibacterial.
No vivo con miedo, ni del virus, ni de si el gobierno me controla.
Respeto.
Quiero ser parte de la solución y no del problema.»
https://www.facebook.com/groups/elRetoGotaaGota/
¿y tú qué tal estás?
Me encanta leer tu blog, transmites pasión, cariño, y además conocer historias tan humanas y cercanas siempre viene bien.
El mundo está lleno de buenas personas como la doctora Gemma y su pareja, y es maravilloso tropezar con ellas.
Un abrazo enorme!!!
Es una suerte que doctoras como Gemma formen parte de este sistema de salud tan impresionante y a la vez frágil que tenemos. Se sustenta en su voluntad de ayudar. Y pese a ello a veces se crean vacíos que el sistema no cubre como esta soledad a la que se han visto abocadas tantas personas durante la pandemia por coronavirus. Es importante que todos colaboremos con nuestro granito de arena y formando parte de la solución con las medidas de protección adecuadas.
Hola!! Qué voy a contarte si en este confinamiento, me has acompañado a través de la línea del teléfono que comunica mi casa, con la tuya.
¿Qué cómo estoy? con respeto hacia los demás (el virus está ahí), cuidando de mis jovencitas, como las llamo (83 y 92), aunque no puedo tenerlas en una burbuja siempre, necesitan moverse, porque a esas edades, su familia, es el pilar, es su razón para seguir viviendo.
Gracias a la doctora Gemma que os ha atendido de 10 como profesional y de 10 como persona, aunque vosotros es lo que merecéis, sembráis cosas buenas y es lo que recogéis.
Aprovecho esta nota para volver a agradecer a todos los sanitarios en su día a día, y cada palabra, gesto, ánimo, que dan a nuestros seres queridos, esos gestos son los que hacen grande, vivible, este mundo. Esos gestos de las personas buenas, qué hay millones, por mucho que los telediarios se empeñen en mostrar toda la miseria que encuentran.
Espero cumplir con lo que pienso y digo, y en la próxima marea blanca estar a su lado reivindicando derechos.
Abrazooo y pronta recuperación a Manel, besote!!
Begoña ,que decirte …!! Dicen que atraemos lo que somos !! En esa situación tú hubieras actuado igual .
Felicidades a la Doctora Gemma , por su calidad humana, esa es la gente que me representa .
Begoña, confío que se recupere tu marido a cuidarlo !!!
Un abrazo !!!
Ooh! Espero que Manel se encuentre mejor, y no sea nada grave??!!! Y celebro como os han cuidado! Después de todas las veces que lo habéis hecho vosotros, esta vez os ha tocado ser ayudados! ❤️❤️
¡Tenemos tanto qué agradecer!
Somos muy afortunados.
Después de esta sacudida los abrazos serán más intensos si cabe.
Apapachos?
Dale un abrazo a Manel y para ti un besote!
Qué bien lo cuentas amiga. Creo que estos tres meses no han producido grandes cambios. Las buenas personas siguen siéndolo, incluso más, y los menos buenos, siguen también su vida igual. Que nunca se nos olvide ser agradecidos, que tengamos memoria. Un fuerte abrazo desde Santander.