Parece que estamos a las puertas de un nuevo confinamiento. ¡Maldito coronavirus! Podemos indignarnos, cabrearnos, ver la viga en el ojo ajeno, pero ahí se acerca… de nuevo el coronavirus.

La verdad es que no se fue nunca, fue un desconfinamiento interesado. El virus seguía existiendo, aunque no lo veíamos y nos des confinaron… en libertad condicional.

Mi marido es ingeniero, analista y realiza teletrabajo desde antes que se declarara el estado de alarma sanitaria. Nuestro hijo pequeño, en la facultad de económicas, con clases y exámenes on line. El mayor, ni verlo, ni abrazarlo en 3 meses, médico en primera línea dando atención a sus pacientes y con guardias cada 6 días.

Yo soy profesional inmobiliaria y también he realizado teletrabajo, sin visitas, desde el confinamiento.

Cierto que me he visto obligada a salir lo justo, no para visitas, para asistir a notaria representando a vendedores y para acompañamiento al tasador hipotecario.

Los okupas han aprovechado para nuevamente hacer pintadas en la persiana y en la fachada con mensajes del tipo no alquiles, okupa. Justo salir de la fase 3 he podido escriturar las no urgentes y realizar visitas de obra y de compra.

Familiares y amigos fotógrafos, psicólogos, abogados, informáticos, comerciantes, consignatarios de buques, profesores… Cada uno ha vivido el confinamiento de diferente manera.

Ir a un nuevo confinamiento sin haber aprendido nada del anterior confinamiento, sin haber tomado medidas es mortal (literal). Hemos tenido tiempo para aprender y organizarnos. Nuevos errores ya no son justificables.

¿Hemos tenido tiempo de aprender y organizarnos para un nuevo confinamiento? ¿Tomamos medidas para no contagiarnos ni contagiar?

No podemos volver atrás y solo hay un camino, el de la responsabilidad. Ahora más que nunca debemos tener conciencia de aquello que todavía está en nuestras manos para ser responsables, Socialmente Responsables.

  • Mascarilla
  • Distancia social
  • Higiene de manos

Y por supuesto, APORTAR Y/O COLABORAR con quienes siguen haciendo todo lo posible para conseguir que los menos favorecidos puedan disponer de los recursos básicos para sobrevivir, o que velan por nuestra salud ahora y en caso de necesitarlos, como son los sanitarios, EL BANCO DE SANGRE, los donantes, los servicios básicos.

Actuar responsablemente como personas y como empresas nos podría librar de confinarnos.

¿Sabes qué es la RSC (Responsabilidad Social Corporativa)?

Es una declaración de intenciones que muestran los valores más sociales de la empresa. Aquellos compromisos plasmados en acciones, que demuestran que ser responsable con nuestro entorno.

No es un cúmulo de ideas y palabras bonitas. Si no de acciones añadidas a nuestro trabajo diario, que demuestran nuestra implicación real con la sociedad.

Como persona física y como jurídica, lo tengo muy claro ¿Y tú, eres responsable socialmente?

¿Tomas medidas para no contagiar ni contagiarte?