La última ópera en Sitges: una vivienda, una historia, una despedida
Hay historias que no se gritan, se susurran. Como la de una pareja que, tras muchos veranos frente al mar, decide dejar marchar su refugio en Sitges. Un piso lleno de ópera, de arquitectura luminosa, de lecturas en la terraza. Intentaron venderlo con una agencia más ruidosa, más barata y con apellido extranjero Hasta que el 2 de enero, eligieron confiar en Mayoball. Y el piso se llenó de flores, de luz, de alma. La tercera oferta fue la definitiva. Y el día de la firma, justo después del gran apagón nacional, cuando ni trenes ni notarios funcionaban, una solución inesperada, humana, selló el final. Porque a veces, lo profesional se cruza con lo humano. Y ahí, ocurren las verdaderas historias.